Si tiene un caso difícil de enfermedad en las encías, su odontólogo puede recomendarle hacerse un procedimiento llamado raspado dental, el cual removerá la placa y el sarro de sus dientes y le ayudará a sus encías a sanar. Generalmente, el raspado dental es realizado en conjunto con otro procedimiento conocido como alisado radicular.
Durante el proceso de raspado, su dentista adormecerá sus encías y raíces con anestesia local; sin embargo, el raspado y alisado pueden causar algunas molestias. Su dentista o higienista dental usará herramientas especiales para remover los depósitos acumulados de placa (sarro) de sus dientes por abajo y encima de la línea de las encías. El alisado de las raíces consiste en alisar las imperfecciones de las raíces de los dientes que pueden ayudar a desarrollar enfermedades en las encías, atrapando bacterias.
Todo el procedimiento puede ser realizado en una sola consulta; no obstante, se recomienda trabajar solamente un cuadrante (1/4 de la boca) o la mitad de la boca por consulta. Después del procedimiento, sus encías seguirán adormecidas por la anestesia y, quizá, un poco sensibles. Sus encías recobrarán rápidamente su apariencia firme, saludable y rosada, si es consistente con su rutina de limpieza bucal; cepillado dos veces al día y uso diario de hilo dental.
Asegúrese que su dentista o higienista dental sepa toda su historial médico antes que realice el procedimiento de raspado y alisado radicular. Este procedimiento puede hacer que alguna bacteria entre al torrente sanguíneo; por esa razón, se deben tomar precauciones especiales en personas que son más propensas a desarrollar infecciones- por ejemplo: personas con problemas cardiacos o hepáticos o con un sistema inmune comprometido por alguna enfermedad, como el VIH.